Starship alcanza 148 km, marcando un hito en la exploración espacial.
El sistema 'hot firing' se muestra prometedor, a pesar de desafíos en el descenso.
El día de hoy marcó un hito significativo en la exploración espacial con el exitoso despegue del nuevo Starship de SpaceX desde Boca Chica, Texas, a las 2:03 pm hora española. La introducción del sistema de 'hot firing' o 'hot staging' ha demostrado ser clave para el futuro de esta nave, al funcionar según lo previsto y elevarse a una altura de 148 kilómetros en los primeros nueve minutos de vuelo, cumpliendo con precisión los objetivos de la misión.
Sin embargo, no todo fue sin inconvenientes. La etapa principal explotó de manera espectacular durante su descenso, un desafío que Elon Musk y su equipo seguramente abordarán en futuros lanzamientos. Además, a los 10 minutos del lanzamiento, la segunda etapa se autodestruyó, según informó el centro de control de SpaceX. Estos contratiempos subrayan la complejidad y los riesgos asociados con la exploración espacial, pero también la determinación de superarlos.
SpaceX define la nave Starship y el cohete Super Heavy como un sistema de transporte reutilizable diseñado para llevar tanto tripulación como carga a la órbita terrestre, la Luna y Marte. Con un diámetro impresionante de 9 metros, la nave puede transportar hasta 150 toneladas de manera totalmente reutilizable, según los cálculos de la compañía.
Esta nave pionera consta de dos partes: el propulsor Super Heavy, un cohete gigantesco equipado con 33 motores, y la nave espacial Starship, que se asienta sobre el propulsor durante el lanzamiento. Tras el agotamiento del combustible, la nave se separa para completar la misión de manera eficiente.
El lanzamiento exitoso del Starship no solo destaca los avances tecnológicos de SpaceX, sino que también impulsa la visión de Elon Musk de hacer que la humanidad sea multiplanetaria. Aunque los desafíos persisten, cada lanzamiento es un paso más hacia el futuro emocionante que nos espera en el espacio.