La vida en la tierra, no ha sido fácil desde el inicio en nuestro planeta. Innumerables catástrofes han acontecido y seguirán ocurriendo, tsunamis, volcanes, diluvios, meteoritos, etc… han marcado un antes y un después en la vida de todo ser vivo. Si la humanidad quiere prosperar como civilización lo más inteligente que puede hacer es explorar nuevos planetas hasta encontrar con uno o varios que reúnan los requisitos necesarios para poder establecer una colonia.
El primer viaje interestelar está más próximo de lo que crees. Créditos de imagen: Breakthrough Initiatives
Si la Humanidad pretende sobrevivir como especie, tiene que mirar a las estrellas. Stephen Hawking
Hawking presento hace unos años el proyecto Starshot (Disparo estelar), un plan para llegar a Alfa Centauri, el sistema estelar que se encuentra más cercano al sol. Un viaje de unos 20 años, 4,37 años luz o, lo que es lo mismo, de más de 41 billones de km, que Hawking y los demás impulsores de este proyecto (el multimillonario ruso Yuri Milner y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, con la colaboración de un grupo de destacados científicos) están dispuestos a abordar enviando un enjambre de naves diminutas y equipadas con velas que, impulsadas por un rayo láser desde la Tierra, podrían alcanzar una velocidad de hasta el 20% de la de la luz, por lo que de esta forma, la duración del viaje se reduciría a unos veinte años, una escala temporal aceptable y muy alejada de los miles de años que se necesitarían para que una sonda convencional cubriera la misma distancia.
El coste estimado de Starshot se cifra en 10.000 millones de dólares, de los que Yuri Milner se ha hecho cargo de un gran porcentaje. La idea del proyecto consiste en poner en órbita un gran número de pequeñas sondas espaciales con la ayuda de un cohete que las transporte. Una vez en órbita, las diminutas sondas espaciales se comunicarán entre sí para desplegar todas a la vez sus velas solares, que recibirán el impulso de unos potentes rayos láser disparados desde la Tierra. Una vez las sondas espaciales reciban este impulso empezarán a propulsarse a una velocidad constantemente acelerada mediante este rayo láser. Cuando alcancen la máxima velocidad estarán dirigiendose a Alfa Centauri a una velocidad de 60.000 km por segundo, que es una quinta parte de la velocidad de la luz que son unos 300.000 km por segundo.
Todo este proyecto como hemos visto anteriormente asciende a un precio totalmente desorbitado, y podrían abaratar costes enviando menos sondas, pero la sencilla razón de enviar tantas sondas, es aumentar la probabilidad de que alguna de las sondas sobrevivan al trayecto. No será un viaje fácil, la zona interestelar es un terreno desconocido y no se sabe a ciencia cierta la radiación ni otros peligros que puedan dañar los dispositivos electrónicos y sin contar las pequeñas partículas que pudieran chocar con las diminutas sondas viajando a esa enormes velocidades.
Las afortunadas sondas que consigan llegar a Alfa Centauri tomarán mediciones y fotografías de lo que encuentren y serán enviadas a la Tierra, el viaje de la información tardará en llegarnos unos 4,37 años. Estaremos atentos a este interesante proyecto, que mantiene a la comunidad científica y aficionados en vilo.