La exploración espacial ha sido un sueño de la humanidad durante siglos. En la década de 1960, este sueño se hizo realidad con el programa Apolo de la NASA, que llevó a los primeros humanos a la Luna. Décadas más tarde, la NASA se embarca en un nuevo capítulo de exploración lunar con el programa Artemis, con el objetivo de establecer una presencia humana sostenible en la Luna y sentar las bases para futuras misiones a Marte.
Comparativa del coste entre las misiones de Apolo a Artemis
Proyecto Apolo
Costo: El programa Apolo tuvo un costo total de 25.400 millones de dólares entre 1961 y 1972. Ajustando por inflación, esta cifra equivale a 153.000 millones de dólares actuales.
Proyecto Artemis
Costo: Se estima que las primeras cuatro misiones Artemis costarán alrededor de 4100 millones de dólares cada una, para un total de 16.400 millones de dólares.
De este total, 2.200 millones corresponden al cohete SLS, 1.300 millones a la nave Orión y el resto a la infraestructura de lanzamiento.
Es importante tener en cuenta que esta es una estimación inicial y el costo final podría ser mayor.
Apolo fue un programa más costoso en términos absolutos, mientras que Artemis es más costoso por misión individual.
Principales diferencias y objetivos
Apolo se desarrolló en un contexto de Guerra Fría y competencia espacial con la Unión Soviética.
Artemis se desarrolla en un contexto de mayor colaboración internacional y con la participación del sector privado.
Con relación a los objetivos, Apolo tenía como objetivo principal llegar a la Luna y plantar la bandera estadounidense, mientras que Artemis tiene como objetivo establecer una presencia humana sostenible en la Luna como trampolín para futuras misiones a Marte.
Tecnología utilizada
La tecnología utilizada en Apolo era en gran medida nueva y sin precedentes.
Artemis se beneficia de los avances tecnológicos de las últimas décadas, lo que permite reducir costos y aumentar la eficiencia.
En resumen, ambos proyectos son ambiciosos y costosos, pero con diferentes objetivos y contextos. Artemis se beneficia de los avances tecnológicos y la colaboración internacional, lo que podría permitirle alcanzar sus objetivos de manera más eficiente que Apolo.