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Descubren una nueva galaxia enana en las afueras de Andrómeda

Astrónomos hallan Andrómeda XXXV, una galaxia diminuta que desafía las teorías sobre la formación estelar


Un equipo de astrónomos ha identificado una nueva galaxia enana en las afueras de Andrómeda, la galaxia espiral más cercana a la Vía Láctea. Bautizada como Andrómeda XXXV, esta pequeña formación estelar plantea nuevas incógnitas sobre la evolución de las galaxias y el tiempo que pueden seguir formando estrellas.


Un hallazgo inesperado


El descubrimiento fue realizado por Marcos Arias, investigador de la Universidad de Michigan, quien utilizó el telescopio espacial Hubble para analizar imágenes detalladas de Andrómeda. Arias y su equipo identificaron una zona de interés en estudios previos y la examinaron con mayor precisión, lo que llevó a la detección de esta nueva galaxia satélite.


Aunque en las últimas décadas se han descubierto varias galaxias satélites alrededor de Andrómeda, Andrómeda XXXV se distingue por su tamaño extremadamente reducido y su baja luminosidad, lo que la convierte en un objeto difícil de detectar con métodos convencionales.


Andrómeda XXXV no solo es la galaxia satélite más tenue y pequeña conocida del sistema de Andrómeda, sino que se encuentra a unos 3 millones de años luz de distancia, lo que dificulta su detección. La elipse del recuadro muestra dónde se descubrió esta galaxia compañera. Crédito: CFHT/MegaCam/PAndAS (Investigador principal: Alan W. McConnachie; Procesamiento de imágenes: Marcos Arias)
Andrómeda XXXV no solo es la galaxia satélite más tenue y pequeña conocida del sistema de Andrómeda, sino que se encuentra a unos 3 millones de años luz de distancia, lo que dificulta su detección. La elipse del recuadro muestra dónde se descubrió esta galaxia compañera. Crédito: CFHT/MegaCam/PAndAS (Investigador principal: Alan W. McConnachie; Procesamiento de imágenes: Marcos Arias)

¿Cómo impacta este descubrimiento en la astronomía?


Los astrónomos llevan años estudiando las galaxias enanas que orbitan la Vía Láctea, pero este hallazgo refuerza la idea de que otras galaxias masivas, como Andrómeda, también poseen sistemas satélites con características únicas.


Uno de los aspectos más intrigantes de Andrómeda XXXV es que sus estrellas continuaron formándose hasta hace 6.000 millones de años, mientras que la mayoría de las galaxias enanas de la Vía Láctea detuvieron su formación estelar hace 10.000 millones de años. Esto sugiere que el proceso de agotamiento de gas, clave en la evolución de las galaxias, podría ser diferente en cada sistema galáctico.


Eric Bell, catedrático de Astronomía en la Universidad de Michigan y coautor del estudio, explica:

"Las galaxias enanas son completamente funcionales, pero en una escala diminuta. Es como tener un ser humano del tamaño de un grano de arroz."


Este mapa muestra la galaxia de Andrómeda, M31, y sus satélites. La galaxia compañera Andrómeda XXXV, recién descubierta, está resaltada en negrita roja. Crédito: J.M. Arias et al. Astrophys. J. Lett. (2025) DOI: 10.3847/2041-8213/adb433
Este mapa muestra la galaxia de Andrómeda, M31, y sus satélites. La galaxia compañera Andrómeda XXXV, recién descubierta, está resaltada en negrita roja. Crédito: J.M. Arias et al. Astrophys. J. Lett. (2025) DOI: 10.3847/2041-8213/adb433

El futuro de la exploración galáctica


El descubrimiento de Andrómeda XXXV podría ser solo el comienzo. Con la mejora en las tecnologías de observación y las futuras misiones espaciales de la NASA y otras agencias, se espera detectar más galaxias enanas en los alrededores de Andrómeda y otras galaxias cercanas.


Este hallazgo abre nuevas preguntas sobre la evolución del universo y el papel que juegan las galaxias enanas en la formación de estructuras cósmicas más grandes. Los científicos esperan que nuevas investigaciones ayuden a desentrañar los misterios de la formación estelar y la interacción entre las galaxias en el cosmos.

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