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El último agujero negro descubierto por el Telescopio Espacial James Webb

El Telescopio Espacial James Webb, en colaboración con el Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA, ha desvelado un asombroso hallazgo en el universo distante.


Se trata de un agujero negro supermasivo ubicado en la galaxia UHZ1, en la dirección del cúmulo Abell 2744. Lo que hace que este descubrimiento sea excepcional es su ubicación a una distancia inimaginable de 13.200 millones de años luz de la Tierra, convirtiéndose así en el agujero negro más lejano detectado hasta la fecha.


Este colosal agujero negro parece haber comenzado su proceso de crecimiento sorprendentemente temprano en la historia del cosmos, tan solo 470 millones de años después del Big Bang, cuando el universo era apenas un adolescente en comparación con su edad actual. Los científicos, encabezados por Akos Bogdan, anticipan que este hallazgo ofrecerá una valiosa visión sobre la evolución temprana de estos monstruos cósmicos y su papel en la formación de las estructuras a gran escala en el universo primordial.

Los astrónomos encontraron el agujero negro más distante jamás detectado en rayos X (en una galaxia denominada UHZ1) utilizando los telescopios espaciales Chandra y Webb. La emisión de rayos X es una señal reveladora de un agujero negro supermasivo en crecimiento. Este resultado puede explicar cómo se formaron algunos de los primeros agujeros negros supermasivos del universo. Estas imágenes muestran el cúmulo de galaxias Abell 2744 detrás del cual se encuentra UHZ1, en rayos X de Chandra y datos infrarrojos de Webb, así como primeros planos de la galaxia anfitriona del agujero negro UHZ1.

Rayos X: NASA/CXC/SAO/Ákos Bogdán; Infrarrojo: NASA/ESA/CSA/STScI; Procesamiento de imágenes: NASA/CXC/SAO/L. Frattare y K. Arcand
Los astrónomos encontraron el agujero negro más distante jamás detectado en rayos X (en una galaxia denominada UHZ1) utilizando los telescopios espaciales Chandra y Webb. La emisión de rayos X es una señal reveladora de un agujero negro supermasivo en crecimiento. Este resultado puede explicar cómo se formaron algunos de los primeros agujeros negros supermasivos del universo. Estas imágenes muestran el cúmulo de galaxias Abell 2744 detrás del cual se encuentra UHZ1, en rayos X de Chandra y datos infrarrojos de Webb, así como primeros planos de la galaxia anfitriona del agujero negro UHZ1. Rayos X: NASA/CXC/SAO/Ákos Bogdán; Infrarrojo: NASA/ESA/CSA/STScI; Procesamiento de imágenes: NASA/CXC/SAO/L. Frattare y K. Arcand

El Observatorio de Rayos X Chandra detectó emisiones intensas de rayos X provenientes del gas sobrecalentado dentro de la galaxia UHZ1, señalando claramente la presencia de un agujero negro supermasivo en una etapa de crecimiento activo. La aplicación de lentes gravitacionales en el cúmulo Abell 2744 amplificó la señal infrarroja, lo que facilitó su detección por parte del James Webb.


Según los expertos, este descubrimiento ofrece un apoyo sólido a la teoría de que los agujeros negros supermasivos podrían formarse a partir del colapso de inmensas nubes de gas en las etapas iniciales del universo. Priyamvada Natarajan, coautora del estudio y miembro de la Universidad de Yale, enfatizó la importancia de este hallazgo en el debate sobre los orígenes de estos gigantes cósmicos.


En cuanto a las dimensiones del agujero negro, las estimaciones iniciales sugieren que su masa equivale a entre 10 y 100 millones de veces la de nuestro Sol.


Los científicos esperan poder refinar esta medida en los próximos meses a medida que continúan investigando su brillo y características. En términos comparativos, esta masa impresionante se aproxima al peso combinado de todas las estrellas que forman parte de la galaxia que alberga este titán cósmico en expansión.

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