Un equipo internacional de astrónomos, liderado por la Universidad de Cambridge, ha descubierto la galaxia "muerta" más antigua jamás observada. Esta galaxia, apodada "GN-z11", dejó de formar estrellas hace 13.500 millones de años, cuando el universo solo tenía 700 millones de años. Este hallazgo, publicado en la revista Nature, ofrece una ventana sin precedentes a los primeros años del universo y podría ayudar a comprender mejor cómo y por qué las galaxias dejan de formar estrellas.
Un fósil galáctico
GN-z11 es una galaxia elíptica compacta, con un tamaño similar a la Vía Láctea, pero con una masa 100 veces menor. Su luz ha tardado 13.500 millones de años en llegar a nosotros, lo que significa que la estamos viendo tal y como era cuando el universo era un niño. El estudio de la luz de GN-z11 ha permitido a los astrónomos determinar que esta galaxia dejó de formar estrellas de forma repentina hace 13.500 millones de años. Las razones de este cese repentino aún se desconocen, pero podrían estar relacionadas con la falta de gas disponible para la formación de nuevas estrellas o con la influencia de un agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia.
Un nuevo capítulo en la historia del universo
El descubrimiento de GN-z11 abre un nuevo capítulo en la historia del universo. Esta galaxia es la prueba más antigua de la existencia de galaxias "muertas", y su estudio nos ayudará a comprender mejor cómo evolucionan las galaxias a lo largo del tiempo. Además, GN-z11 también podría ser una pista importante para comprender la formación de las primeras estrellas y galaxias en el universo.
Un hito para el telescopio espacial James Webb
El descubrimiento de GN-z11 ha sido posible gracias a las capacidades sin precedentes del telescopio espacial James Webb. Este telescopio, el más potente jamás construido, es capaz de observar objetos en el universo primitivo con un detalle nunca antes visto. El estudio de GN-z11 es solo un ejemplo del potencial del telescopio James Webb para revolucionar nuestra comprensión del universo.