La Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado un nuevo impulso a su ambiciosa misión ExoMars con la firma de un contrato con Thales Alenia Space para la construcción del rover Rosalind Franklin. Este vehículo de última generación, que lleva el nombre de la célebre química y cristalógrafa británica, tiene como objetivo principal buscar biofirmas, es decir, indicios de vida pasada o presente, en el planeta Marte.
El lanzamiento de la misión ExoMars 2028 está previsto para septiembre de 2029 y se espera que aterrice en Marte en junio de 2030. Una vez allí, el rover Rosalind Franklin se embarcará en un viaje de exploración de seis meses, perforando el suelo marciano para recolectar muestras y analizarlas en busca de compuestos orgánicos y posibles signos de vida microscópica.
Un rover de última generación para una misión crucial
El rover Rosalind Franklin está equipado con un conjunto de instrumentos científicos de última generación, entre los que se encuentran:
Un taladro de alta tecnología capaz de alcanzar profundidades de hasta dos metros bajo la superficie marciana.
Un brazo robótico para la manipulación de muestras y la realización de experimentos.
Un conjunto de cámaras y espectrómetros para analizar la composición química del suelo y las rocas marcianas.
Un laboratorio de análisis in situ para la detección de biomoléculas y otros compuestos orgánicos.
Un paso adelante en la búsqueda de vida extraterrestre
La misión ExoMars 2028 representa un paso crucial en la búsqueda de vida extraterrestre. Los datos y las muestras recolectadas por el rover Rosalind Franklin serán de gran valor para comprender la historia geológica de Marte, su potencial para albergar vida y la posibilidad de que haya existido vida en el pasado.
El éxito de esta misión europea consolidaría el liderazgo de la ESA en la exploración espacial y allanaría el camino para futuras misiones tripuladas a Marte.