El proyecto ATLAS de la NASA consiste en una serie de 8 telescopios súper potentes que tienen cámaras digitales de unos 100 megapíxeles, capaces de detectar los cuerpos celestes, asteroides, meteoritos y cometas que puedan dirigirse a la tierra.
Esto comenzó debido a un meteorito de 17 metros de diámetro que cayó en Rusia sobre los Montes Urales en el 2013 con una onda expansiva e impacto de 500 kilotones. El meteorito dejó muchas personas heridas y hubo pérdidas por millones de dólares por daños en la población.
Aunque probablemente no habría evitado el impacto, si habría ayudado mucho en la advertencia para la evacuación de las personas en el área afectada, para así haber evitado tantas pérdidas.
Prevención de riesgos espaciales
Este sistema de telescopios ubicado en Hawái y elaborado por un grupo de astrónomos puede detectar cuando se aproxima algún cuerpo del espacio exterior detectando la trayectoria e incluso el lugar donde puede impactar.
En este caso puede dar la alerta para que la población se aleje de ventanas y puertas evitando los impactos de la onda de expansión y posibles lesiones mayores.
Los riesgos de que un meteorito impacte en la superficie de la Tierra es algo que mantiene a los astrónomos y estudiosos del espacio siempre atentos, ya que no es ciencia ficción, es la realidad y está allá afuera.
Incluso podrían ser mayores que la que cayó en Rusia hasta diez veces más, lo que hace aún más imperioso que estos estudios e investigaciones se den constantemente para evitar una nueva era de extinción.
Aunque este tipo de observación no va a eliminar el elemento que se acerque a la Tierra, puede alertar y así tomar las medidas necesarias para desviar su órbita si la distancia lo permite. También destruirlo en pequeños fragmentos que al llegar a la atmosfera ardan y se desvanezcan sin causar ningún daño.
Cohetes ATLAS
Son una serie de cohetes que permitieron desde 1946 realizar investigaciones de misiles nucleares de largo alcance. Nunca fue usado en combate pero sirvió como etapa superior cuando se hizo el lanzamiento de las sondas y así poder estudiar mucho mejor a los planetas Mercurio, Venus y Marte.
Uno de los cohetes ATLAS se usó con el primer americano que orbitó la Tierra en el año 1962. La tecnología ATLAS ha evolucionado muchísimo desde aquellos primeros cohetes con un fuselaje mucho más pesada y rígida.
Sistemas de observación
En el observatorio de sierra Nevada existe un sistema para detectar meteoritos que consta de cinco cámaras que monitorean durante la noche todo el firmamento celeste. Con este sistema se podrá identificar la entrada de meteoritos o asteroides dentro de la atmósfera de la Tierra.
Esto puede ver fragmentos de material desprendido de algún meteorito, cometa o hasta otros planetas. Se pueden analizar las partículas interplanetarias, aunque los meteoritos que rodean nuestra atmosfera impactan sobre ella para desintegrarse con una temperatura de varios miles de grados centígrados.
Luego van perdiendo su masa en fragmentos que al colisionar son pedazos de gas caliente o de masa fluida.
Debido a la ubicación de estos artefactos se puede detectar la órbita de algún cuerpo celeste que esté en nuestro espacio cercano, y sigue a los meteoritos antes de que impacten sobre la superficie de nuestro planeta.
En caso de que entren a la atmósfera interna del planeta, se sabrá dónde impactará para poder recuperar esta roca y estudiarla.
Otra de las ventajas que traen estos sistemas de detección temprana de cometas o meteoritos en el espacio es descomponer la luz que trae el meteorito en el momento que impacta con la atmosfera. Se puede saber si se desintegra para determinar la composición química de la materia interplanetaria.