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Éxito Agridulce en el Último Lanzamiento de SpaceX: Logro Histórico y Pérdida de la Nave Espacial

El último vuelo de prueba del cohete Starship de SpaceX dejó una mezcla de celebración y frustración para la compañía de Elon Musk. Mientras que el propulsor del cohete logró un aterrizaje controlado con éxito en la plataforma de lanzamiento —un hito que solo se ha conseguido dos veces— la nave espacial no tuvo la misma suerte y se perdió durante la misión.



El despegue del imponente cohete de 123 metros desde la base de Boca Chica, Texas, se llevó a cabo sin inconvenientes, y SpaceX logró atrapar el propulsor descendente utilizando los brazos mecánicos de la torre de lanzamiento, conocidos como palillos. Sin embargo, minutos después, los seis motores de la nave espacial comenzaron a apagarse progresivamente, hasta que se perdió todo contacto con la misma a los ocho minutos y medio del vuelo.


El objetivo de la misión era que Starship realizara un vuelo casi orbital, sobrevolando el Golfo de México antes de descender en el océano Índico. A bordo llevaba 10 satélites simulados, en un ensayo para futuras misiones de despliegue de carga útil. Pero la nave nunca llegó tan lejos.


“Fue genial ver descender el propulsor, pero obviamente estamos decepcionados por la nave”, admitió Dan Huot, portavoz de SpaceX. “Es un vehículo experimental, así que tomará tiempo analizar los datos y entender qué salió mal”.


Según los últimos registros antes de la pérdida de señal, la nave alcanzó una altitud de 146 kilómetros y una velocidad de más de 21.000 km/h.


Un Paso Más en el Desarrollo de Starship


Este ha sido el séptimo vuelo de prueba del Starship, el cohete más grande y potente jamás construido, diseñado para futuras misiones de la NASA a la Luna y, eventualmente, para viajes a Marte. A pesar del revés con la nave espacial, la prueba sirvió para demostrar avances clave en el sistema de reutilización del propulsor, un aspecto crucial para reducir costos en vuelos espaciales.



El revés de SpaceX coincidió con otro acontecimiento en la industria aeroespacial: el exitoso lanzamiento del New Glenn, el cohete de Blue Origin, compañía de Jeff Bezos. Este alcanzó la órbita en su primer vuelo, pero perdió su propulsor en un intento de aterrizaje en el océano Atlántico.


A pesar del resultado agridulce, SpaceX continúa con su ambicioso plan de desarrollo de Starship, con Musk apostando a que en los próximos años la nave podrá realizar misiones comerciales y tripuladas con éxito.

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